Hola montañero
inquieto.
En este post, os
cuento mi experiencia en un ascenso fugaz al Veleta.
Veleta, balcón a la Sierra Nevada más salvaje.
El Veleta con sus
3396 metros es la tercera montaña más alta de la península Ibérica. Por su
forma peculiar es fácilmente reconocible y eso la hace el simbolo de Sierra
Nevada, eclipsando en este aspecto a gigantes como el Mulhacén o la Alcazaba.
Para mí, el Veleta
marca la frontera en Sierra Nevada entre la civilización y lo salvaje.
En la cumbre,
mirando al Oeste, se ve la estación de esquí, ejemplo de entorno controlado,
bullicio y aglomeración en la montaña; sin embargo, cuando se gira 180
grados y nos ponemos de cara al este, se puede apreciar la Sierra Nevada más
salvaje. Allí, al Este del Veleta están las grandes paredes norte del Mulhacén
y Alcazaba, paredes donde se ha escrito la historia del alpinismo andaluz.
También se reconoce la cara oeste del Mulhacén y el barranco del Poqueira el
cual desemboca estrepitosamente en la Alpujarra, se clava en Capileira. Si
miramos al sur, vemos la bonita cresta que de tajo en tajo nos lleva hasta el
Tozal del Cartujo, otro 3000 de Sierra Nevada. Pero, no puedo unir en un mismo párrafo
el nombre Veleta y el adjetivo salvaje, sin decir que bajo nuestros pies y
apenas un metro delante nuestra se precipita la impresionante cara norte del Veleta, con sus travesías, su canuto y sus vías de escalada en roca.... alpinismo
en estado puro.
Características de la actividad.
·
Fecha: 01-04-2018
·
Localización: Sierra Nevada.
·
Núcleo urbano más cercano: Pradollano.
·
Comienza: Parking del albergue Inturjoven.
·
Finaliza: En el mismo lugar donde empieza.
·
Orientación: Este.
·
Época recomendada: Cualquier época del Año.
·
Dificultad: Con nieve es necesario conocimientos sobre progresión
con crampones y piolet.
·
Desnivel: Altura mínima 2500 metros - Altura máxima 3396 metros.
·
Tipo de actividad: Alpinismo
·
Material:
o
-Crampones.
o
-Piolet
de travesía.
o
-Ropa
adecuada para alpinismo invernal.
· Tiempo de actividad: De coche a coche 4 horas y 18 minutos.
· Track. Descargar
Descripción de la actividad.
Os
pongo en situación. Situación que imagino que se le presenta a los humildes montañeros
que intentan compaginar su vida familiar con su pasión por la montaña. Semana
Santa de 2018, mi mujer me da la mala noticia de que quiere ver la madruga
Sevillana, además le había prometido que la llevaría a Sierra Nevada a ver la
nieve por primera vez y yo no puedo ir a Sierra Nevada sin subir a una montaña,
a todas estas piezas del puzle hay que añadirle el tiempo, que como sabemos
todos, no siempre es el mejor el día que lo necesitamos.
Lo de la madrugá al final salió bien.
Al día
siguiente, el viernes santo, nos fuimos para Granada y al llegar decidimos no
subir a la Sierra, pues al consultar el tiempo vimos que arriba estaba nevando.
Subimos el sábado, la sierra estaba preciosa, cargada de nieve y el sol estaba radiante.
Mi
mujer alucinó desde que vió la nieve.
Nuestra intención era llegar a la Hoya de la Mora, pero la nieve nos lo impidió, estaba la carretera cortada y decidimos quedarnos en el parking que está al lado del Albergue de Inturjoven.
Allí aparcamos la furgo, orientada con vistas a la montaña. A mí se me ponía los dientes largos mirando al Veleta.
Al lado, en las rampas que rodean al parking Karla flipa con sus primeros momentos en la nieve y se tira ladera abajo con el trineo.
Karala flipando con el trineo. |
Prueba grafica de que conseguí mi objetivo.
El paisaje sigue siendo espectacular, todo estaba de nieve como pocas veces lo he visto.
Seguimos y llegamos a la Hoya de la Mora, poco después subimos hasta el cuartel de la Guardia Civil y yo motivado, casi consigo que mi mujer llegue con sus crampones y todo hasta la Virgen de las Nieves.
Desde el cuartel, hasta la furgo bajamos en apenas 10 min, pues ella lo hace sin crampones y con trineo y yo corriendo detrás para asegurarme de que su integridad física se mantenga así mismo, integra.
El trato con Karla finalmente fue, que a la mañana siguiente mientras ella dormía plácidamente en nuestra casita (furgo) yo subiría al Veleta.
Así que
ha descansar, que mañana hay que madrugar.
Me despierto a las 6 de la mañana, desayuno y me pongo ropa adecuada para subir, y crampones y frontal, pues es de noche y hay nieve desde el parking.
Empiezo el ascenso a las 7 de la mañana. Subo desde el parking donde he pasado la noche en dirección a la Hoya de la Mora. ¡Increíble como está la Hoya de la Mora!, los quioscos están bajo la nieve, este año no han podido hace su agosto en invierno.
Desde que llego a la Hoya de la Mora dirijo mis pasos hasta la virgen de las nieves. Poco antes de llegar miro a mi alrededor, está amaneciendo y el paisaje es increíble, los colores rojizos del despertar del día haciendo contraste con el blanco de la nieve hacen una combinación de colores fríos y cálidos espectacular.
Amaneciendo cerca de la Virgen de las Nieves. |
Amaneciendo con Granada al fondo. |
Llego a la virgen de las nieves. Ahí está paciente, dando la bienvenida a todo el que se adentra en la sierra.
Cuando a mi espalda dejo a la Virgen, el camino es intuitivo, hay que subir dirección al Veleta, dejando las pistas de la estación de esquí a la derecha y el barranco de San Juan a la izquierda.
Yo
elegí ir más cerca del barranco, echando una mirada de vez en cuando a las nortes de la Alcazaba y Mulhacén y un poco más separado de las pistas de esquí.
Me gusta más así.
Caras nortes de la Alcazaba y el Mulhacén. |
Así, después
de algún tiempo y algún sube y baja se llega a las posiciones del Veleta. Zona
donde hago una parada para contemplar, boca abierta
incluida, la impresionante cara norte del Veleta.
Cuando el encanto de la vista me deja seguir mi camino a la cumbre, sigo.
En ese momento me encuentro con cuatro compañeros que me comentan que
vienen de pasar la noche en la Carihuela. Y continuan diciendome que el refugio está muy
bonito, que está cubierto por la nieve y que la entrada parece la de una madriguera
de topillo de las nieves. (no sé si existe ese animal).
En ese
momento, uno de ellos pierde pie, y se desliza ladera abajo durante unos
treinta metros hasta que consigue detenerse usando la imprescindible técnica de
la autodetención. Menos mal que lo consiguió y que lo hizo, que, aunque tardo,
le sirvió para frenarse antes de llegar a una zona donde una caída de unos 2 o
3 metros podría haberle hecho bastante daño. Su cantimplora no tuvo la suerte
que tuvo el. Siguió ladera abajo hasta la estación de esquí. Suerte la de algún
esquiador que seguro le dará uso.
Después del susto sigo subiendo, buscando la cumbre, y entiendo por que el compañero montañero pierdo pie, hay mucho hielo y la pendiente se agudiza. Mil ojos no son suficientes para seguir ladera arriba de forma segura, además hay que tener pies de plomo.
Allí, cerca de la cumbre el viento me empuja como si no le gustase mi presencia, aunque en esta ocasión parece que está cansado y no tiene tanta fuerza.
Llego a la cumbre, 3 horas y 3 minutos después de salir de mi furgo.
Cumbre del Veleta |
Cumbre del Veleta. Alcazaba y Mulhacén al fondo. |
Cumbre del Veleta |
Cumbre del Veleta. Granada al fondo |
La cumbre del Veleta, que
parece un balcón desde el que cualquiera puede asomarse a la Sierra Nevada más
salvaje, a la sierra Nevada más solitaria y más descontrolada, donde solo
algunos montañeros inquietos se atreven a adentrarse. Naturaleza en estado puro.
¡Qué contraste con la estación de esquí, la tengo a mi espalda!
Desde allí observo pensativo las grandes caras nortes, Veleta, Mulhacén y Alcazaba y por supuesto la arista del Tozal del Cartujo. ¡Ya me imagino escalando esos gigantes!
Desde allí observo pensativo las grandes caras nortes, Veleta, Mulhacén y Alcazaba y por supuesto la arista del Tozal del Cartujo. ¡Ya me imagino escalando esos gigantes!
Caras nortes de la Alcazaba y Mulhacen desde la cumbre. |
Después de 10 min y algunas
fotos de rigor, comienzo a bajar sobre mis propias huellas. Y como no puede ser de
otro modo, la sonrisa es la protagonista en mi cara y los recuerdos del ascenso
los protagonistas en mi mente.
Una hora y Díez minutos después
aproximadamente llegue a la furgo. Allí estaba Karla impaciente por verme
llegar y además nerviosa. Había visto un helicóptero de la Guardia Civil y ya
estaba pensando que el desafortunado era yo.
Así que…, esta bonito el Veleta, asómate a su balcón. No te defraudará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario